LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA, conocido también como los relojes blandos, es un famoso cuadro del español Salvador Dalí, pintado en 1931.
Dalí encontró un estilo propio alejado del automatismo y manteniendo el espíritu surrealista, elaboró el método paranoico crítico, el lenguaje que iría con él el resto de su vida y considerado fundamental para el movimiento que lideraba.
Con este estilo consiguió construir un arte vehículo de sus obsesiones, que fusionaba aquello consciente con su inconsciente, aquello simbólico y auténtico de forma espontánea pero a sabiendas de que se suspendía la razón voluntariamente
Qué mejor que introducirse en el mundo de los sueños, y de lo onírico que con una de las grandes obras de Dalí, La persistencia de la memoria.
Lo cierto es que a todos nos ha inquietado el mundo de lo irracional, del subconsciente y de los sueños. Podemos afirmar que la investigación sobre el sueño quiso adelantarse un paso desde que Freud (1895-1936) tratase de interpretar su significado, pero se saltó el primer estadío: saber de dónde salen el conjunto de objetos, el reparto de personajes, y el catálogo de localizaciones que aparecen en nuestra maravillosa vida nocturna, y el asalvajado argumento que lo guía todo.
La neurociencia tiene ahora indicios firmes de que dormir y, en concreto, soñar son mecanismos necesarios para el proceso de memorización. (Como consejo, no es muy recomendable que hagáis un examen sin dormir!!!).
El orden en el que solemos memorizar las situaciones: primero son las coordenadas espaciales, como habitaciones, espacios, después a las personas, y finalmente se nos graban los objetos que intervienen en la acción.
¿De qué están formados los sueños?
Parece ser que los sueños están compuestos sobre todo de recuerdos inmediatos, del propio día, y de otros que provienen de hace unos 5, 6 ó hasta 7 días.
Hay otro grupo de imágenes, que proceden de nuestra autobiografía mental antigua. Al tratar de ordenar y hacer útil la información que el cerebro está almacenando, despierta otros recuerdos o datos similares mucho más escondidos en sus archivos, que podrían concatenarse, con los que está procesando por si fuera útil relacionarlos.. Esto quizá explique por qué se presentan en nuestra noches los eventos y personas más insospechadas.
Lo que si conserva una cierta relación con la realidad es el tiempo, que se ajusta a los minutos que dura la historia. Por eso durante la fase REM se dan los sueños más largos.
¿Por qué aparece el surrealismo entre nuestras sábanas?
Porque la parte más lógica del cerebro se está echando la siesta a esas horas, y no elabora la historia de un modo comprensible. Esa es la razón por la que a veces no podemos ni explicar qué hemos soñado, aunque nuestro cerebro se esfuerce en elaborar una narración lógica.
Así resultan las situaciones más variopintas en nuestra cabeza, esa mezcolanza sin orden ni concierto en la que hace que incluso los lugares, personas y objetos muten sobre la marcha.
"Nunca sueño cuando duermo. Sólo cuando estoy despierto" (Joan Miró, Pintor español, 1893-1983).
"Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros". (Miguel de Unamuno, escritor español, 1864-1936).
"Cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad". (Ninon de Lenclos, Cortesana francesa, 1615-1705)
"El sueño es un arte poético involuntario". (Immanuel Kant, filósofo alemán, 1724-1804).
"Quienes piden lógica a la vida se olvidan de que ésta sólo es un sueño. y los sueños no tienen lógica". (Amando Nervo, poeta mexicano, 1870-1919)
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