ESTADOS EMOCIONALES Y
CONDUCTA ALIMENTARIA
Seguro que
conoces a alguien o tú misma o mismo te has obsesionado por tu físico alguna
vez.
Todos
estamos expuestos a la presión social de los cuerpos 10, a los comentarios de
la gente de “te veo más gordita”, a relacionar el éxito con el físico o a poder
lucir aquel maravilloso atuendo que luce la modelo o el modelo de turno en la
televisión. Pero cuando esto se convierte en un problema que interfiere en tu
vida, en tu familia, en tu autoestima e incluso en tu trabajo y relaciones
familiares saltan las alarmas.
Cuando todo
esto pone en peligro tu salud física y mental, hay que “poner la zancadilla” a
los trastornos de conductas alimenticias.
En mi época
como adolescente también anhelaba tener esa figura 10 que nos venden en los
medios de comunicación, pero realmente aprendí lo peligroso de aquello es
cuando comencé a colaborar y entrar en contacto con un centro en el que
atendían a chicas con esta problemática.
Por supuesto que los síntomas físicos de la extrema delgadez, inanición,
pérdida de pelo fragilidad en uñas y dientes son impactantes. Pero cuando
descubres que ese monstruo daña a nivel cerebral, con pérdidas de memoria, autoestima
e incluso a nivel motor, puedes imaginarte la gravedad del asunto.
LOS TRASTORNOS DE CONDUCTAS ALIMENTARIAS
Los trastornos de la conducta
alimentaria afecta principalmente a mujeres y todas las personas que las
padecen sufren alteraciones en su imagen
corporal.
En las sociedades industriales se ha producido un cambio en lo relacionado con el ideal de
belleza durante los últimos 30 años; en este tiempo se ha ido imponiendo el ideal de delgadez, pero con
connotaciones que superan los significados puramente físicos y estéticos.
Así la delgadez se ha convertido no
sólo en un símbolo de belleza sino también de éxito y autocontrol.
Este cambio social ha influido
de manera decisiva en el importante incremento de la prevalencia de los
trastornos alimentarios en este tipo de sociedades.
Pero las variables sociales no son suficientes
para la explicación de un trastorno tan complejo, y se hará necesario, el
desarrollo de modelos multifactoriales para entenderlos.”
ANOREXIA NERVIOSA
Cuando nos referimos a
la anorexia nerviosa nos
encontramos en un caso en que la persona mantiene un persistente deseo de
seguir adelgazando, incluso cuando haya perdido un gran porcentaje de peso.
La paciente con anorexia no come, pero no deja de pensar en
los alimentos idóneos que debe ingerir para no estar gorda.
Las características más destacables son la negatividad a mantener un peso corporal mínimo, un
gran miedo a incrementar su peso, una alteración en la percepción de la forma o
el tamaño corporales, y la aparición de la amenorrea.
La psicopatología de este trastorno radica en la idea
sobrevalorada de adelgazar, y es éste el criterio por el que las
clasificaciones actuales muestran mayor interés.
Generalmente, la pérdida
de peso se alcanza a través de la reducción de la ingesta total.
Otras vías utilizadas para la pérdida de peso son el vómito
provocado, el uso o el ejercicio físico excesivo.
BULIMIA NERVIOSA
Se caracteriza por una pérdida muy importante de peso.
Uno de los síntomas es la distorsión de la imagen corporal,
es decir, la persona no se ve tal y como es. Las partes de su cuerpo que más le
preocupan, las ve de mayor tamaño del que es en realidad y por tanto, no ve el
motivo de parar de perder peso.
La persona siente, que el estar delgado es lo único
importante en su vida.
Pierden otros aspectos como relaciones sociales, estudios y
relaciones familiares.
Lo más habitual es seguir con una dieta restrictiva,
práctica de ejercicio exagerado, laxantes, diuréticos y vómitos.
Las consecuencias son muy graves a nivel físico y psíquico.
En la Bulimia, el inicio sería igual al de la anorexia, es
decir, es una persona que desea perder peso e inicia una dieta restrictiva para
conseguirlo, lo que le pasa a un paciente de anorexia, es que puede tener autocontrol, en la bulimia no.
Los pacientes con BULIMIA, un día se dan un atracón, pero una persona que quiere perder
peso, se siente muy culpable y después del atracón, lleva una conducta
purgativa, como el vómito que es lo más frecuente.
ATRACÓN Y VÓMITO: aparecen en su vida, como una solución, de manera que puedo
comer todo lo que quiero, y luego vomitarlo, como si no hubiera comido nada.
Se inician ciclos, restricción de la dieta, atracón y vómito.
TRATAMIENTO
Es muy importante que el lector tenga claro, que para tratar
este trastorno es necesario un tratamiento multidisciplinar:
1.
Tratamiento psicológico.
2.
Endocrino-nutricional
3.
Psiquiátrico (en caso de que
sea conveniente)
TERAPIA:
En terapia proponemos técnicas que
tratan de poner en evidencia a este “monstruo” e intentamos que el paciente de
cuenta rígido control que la anorexia suele imponer sobre su vida de la
persona.
También creo que es de suma importancia una buena educación
sobre la salud. Es decir, llevar una dieta equilibrada y una rutina de
ejercicio.
SI HABLAMOS DE LA
FAMILIA
Los familiares, reflejan una
serie de rutinas que sin mala intención ayudan a que persista el trastorno, por
eso es tan importante que los familiares, en la medida de lo que sea posible,
acudan a consulta.
Desde el
punto de vista familiar, los miembros de la familia comienzan a desarrollar una
serie de hábitos complementarios, que finalmente acaban construyendo un ritual de
conductas que desintencionadamente contribuyen a mantener ésta.
Los familiares muchas veces se
encuentran sin saber qué hacer, y sin darse cuenta, ayudan a mantener la
conducta realizando una serie de rutinas que lejos de ayudar interfieren en la
evolución de los pacientes. Por eso es tan importante que en la medida de lo
que sea posible, acudan a consulta.
Un ejemplo sería comprar la
comida que le exige en paciente, dejar que el paciente coma sólo o comer en
otro momento y un largo etc.
Si crees que alguien de tu
entorno sufre este trastorno, lo ideal es que consultes con un profesional.
RECOMENDACIONES EN LA
LUCHA CONTRA “EL BICHO”
En terapia, externalizamos siempre el problema, y nos
encanta usar las metáforas y el humor. Es por ello que lo llamaremos, bicho,
monstruo o todo lo que se le ocurra al lector.
Siempre que nuestros pacientes acuden a consulta con este
tipo de problema, está bloqueada la relación saludable entre el cliente y la
comida.
1.
Es indispensable trabajar con
la autoestima: te propongo una tarea, anota todos los piropos elogios que te
hayan dicho, familiares, amigos o gente de tu entorno. Haz una gran lista.
2.
Vamos a trabajar con la
creatividad: diseña la “caja de tus sueños” decórala con lo que más te guste e
introduce todo aquello que te haga feliz, por ejemplo esa lista de elogios,
acciones que te motiven, canta, bailar, correr. Introduce acciones que te
ayuden a desconectar: ir al cine, escuchar tu canción favorita, llamar a tu
mejor amigo o amiga.
Cuando estés en día de bajón
“saca todos los mensajes que quieras” y realiza esas acciones.
3.
En todas nuestras terapias,
animamos a nuestros pacientes a potenciar su creatividad, así que te propongo
crear un collage, con las herramientas que más te gusten y te animo a que lo
compongas con todos los elementos y materiales que se te ocurran (pinturas,
cartulinas, diferentes materiales), debes incluir todo aquello que te evoque
tus sueños, como fotografías, dibujos, mensajes…
ESTADOS EMOCIONALES Y CONDUCTA ALIMENTARIA
La alimentación,
tiene un impacto adverso en nuestras relaciones personales con la gente que nos
rodea, es importante que sepamos que nuestra dieta, puede afectar a nuestro
estado emocional. Al mismo tiempo, este estado influye en nuestras acciones y
éstas a su vez en nuestras relaciones afectando éstas al estado físico y
emocional; por último nuestro estado emocional y nuestra salud física pueden
afectar a nuestras opciones de alimentación.
En
definitiva, la alimentación es tan importante que nos puede llevar a sufrir
depresión, sentimientos de infravaloración, problemas de ansiedad, falta de
fuerza de voluntad y sentimiento de culpa. Estos problemas son tan graves que
afectan a todos los aspectos de la vida personal. Se dedica tanto tiempo y
esfuerzo a intentar controlarlos, que queda poco espacio para asuntos como las
relaciones familiares, las relaciones con amigos o crianza de hijos.
El estado de
ánimo está condicionado por factores ambientales o mentales pero, es nuestro
cerebro el que actúa sobre los estados de ánimo mediante las síntesis de
sustancias químicas: excitantes (adrenalina, noradrenalina y serotonina) o
inhibidoras (dopamina). Lo que me gustaría reflejar en este post, es que
también hay ciertos componentes de alimentos que pueden ayudarnos a mejorar
nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento.
¿SABÍAS QUÉ?
El triptófano es un aminoácido precursor de la serotonina, también
conocida como “hormona del humor”. Niveles bajos de triptófano en sangre son
indicadores de niveles bajos de serotonina en el cerebro. Unos niveles bajos de
serotonina pueden causar altibajos en el humor y dificultades para dormir.
Alimentos ricos en triptófano: como
son pavo, pollo, lácteos, pescado, plátanos, cereales integrales, semillas de
calabaza y frutos secos.
¿SABÍAS QUE HAY ALIMENTOS QUE AYUDAN A
MEJORAR EL ESTADO DE ÁNIMO?
Los alimentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo son los siguientes:
-Los dulces: tienen un efecto positivo sobre el
humor ya que el azúcar libera endorfinas, sustancias relacionadas con el
bienestar.
-Productos lácteos: leche, queso, yogurt etc. contienen
proteínas que puede reducir respuestas físicas a la tensión, mejorar el humor y
realzar la memoria.
-Pescados aceitosos: salmones, caballas y sardinas. Estos
pescados son ricos en omega-3y los estudios establecen una conexión entre los
niveles bajos de omega-3 y la depresión.
-Fresas: contienen fibra soluble, que
contribuye a retardar el proceso de la digestión y además, mantiene los niveles
de azúcar en sangre estables y ayuda a sentirse menos irritable.
-Espinacas: fuente de ácido fólico y vitamina.
Los estudios clínicos han ligado una deficiencia del ácido fólico a la
depresión, en parte porque poca cantidad de esta sustancia conduce a niveles
inferiores de serotonina en el cerebro, que puede ayudar a estabilizar el
humor.
-Fruta, pan integral, cereales
arroz y verduras: aportan energía y equilibran la función mental y el
estado de ánimo.
-Frutos secos: sus nutrientes tienen eficaces
propiedades anti-estrés.
-El cacao: es energético, antioxidante y
antidepresivo. Mejor el chocolate negro, más puro y con menos grasa.
Con todo lo expuesto anteriormente es necesario una buena educación para
la salud. Es necesario respetar todas las comidas y comer con gran variedad de alimentos,
ya que en caso de que exista la falta de
alguno, nos puede encadenar un craving o ansia por la comida no ingerida.
Si aseguramos la correcta incorporación de vitaminas minerales y todos
aquellos compuestos para gozar de una salud emocional óptima.
Por otro lado, me gustaría recalcar que es imprescindible tener un peso
óptimo, puesto que un desequilibrio con el peso corporal nos puede llevar a
consecuencias negativas a nivel fisiológico y emocional.
Al mismo tiempo, realizar actividades físicas puede incrementar la
satisfacción personal y así elevar nuestro estado de ánimo.
Recalcar que una alimentación completa y variada es la mejor opción para
llevar a cabo una vida sana, tanto a nivel físico como emocional.
Si padeces o conoces a alguna persona que
padece algún trastorno alimenticio,
No dudes en ponerte en contacto con algún profesional.
Si quieres seguir aprendiendo curiosidades del apasionante mundo de la
psicología, puedes encontrarme en mi Facebook Almudena Altuzarra, Clínica de Fisioterapia, Psicología y Salud
Deportiva.
O en Psicología Logroño, Almudena
Altuzarra.
¡Muchas gracias por seguir las
aventuras de “memorias de una psicóloga”!
BIBLIOGRAFÍA
Mark Beyebach; Marga
Herrero. (2010). 200 tareas en terapia breve. Barcelona: Herder.
Patricia
de los Ríos Alfonso y José Luis Santos. (2011). Manual Cede de preparación PIR.
Madrid: CEDE.
Fernández
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Lameiras
Fernández, M. y Faílde Garrido, J.M. Universidad de Vigo. Xunta de Galicia
(Secretaría Xeral de investigación e desenvolvemento).
Reeve,
J. (1994). Motivación y emoción. Madrid:
McGRAWW-HILL.
Belloch,
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de Psicopatolía. Madrid: McGRAW-HILL.